Nos pidieron diseñar el restaurante de un hotel de la cadena Izán Hoteles, situado en un maravilloso paraje natural en pleno corazón de Gredos, donde antiguamente, el histórico edificio del que partíamos albergaba un lavadero de lana.

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Empleamos materiales como el espejo y tonos dorados, quisimos ampliar la luz natural que se cuela por unas pequeñas ventanas a un lado de la sala. Utilizamos el concepto del atardecer, siempre tan evocador, donde el día da paso la noche. A través de una gran gráfica hicimos la conexión entre la pared del día y la de la noche con tonos degradados de azules. El techo con formas orgánicas en toda la sala acabó de componer el conjunto.

Quedó un ambiente agradable y elegante tanto para un desayuno como para una cena romántica.